jueves, 7 de marzo de 2013

A mi hija Maria Suseth Castroconde Cartagena

Mañana 8 de marzo del 2013, mi querida hija llegara a lo que convencionalmente hemos llamado un cuarto de vida. Esto si es que llega a los cien años. Así como va la vida moderna y lo mal que nos alimentamos y vivimos ojala  sea un tercio y si Diosito lo quiere un tanto más.
Si lo quisiéramos ver desde otra perspectiva, yo si cumplo un cuarto de siglo de ser padre y ser padre de una persona muy pero muy especial. Desde sus primeros años manifestó su fuerte carácter y alto grado de imaginación, así como convicción y determinación;  cosa que siempre  vimos bien porque serian parte de los recursos que le permitirían abrirse un camino en estos duros tiempos.  No puedo decir que para su mamá y para mí fue fácil criar a una niña con tales talentos, menos cuando como todos los nuevos padres  vemos a nuestros hijos como los mejores, los más inteligentes y sin lugar a dudas superiores a todos los de su generación.
Ciertamente hubo momentos de preocupación, desesperación y no digamos de incertidumbre al pensar de cómo le iría en la vida a esta criatura que tanto amamos con tales reacciones y maduros comportamientos. Y  es que desde muy temprana edad demostró cualidades que yo no me recuerdo haberlas tenido o por lo menos nadie me dijo que las tuve. Tengo miles de miles de gratos recuerdos de ella en la mayoría de su vida pero tratare de ejemplificarles con tres anécdotas el porqué de lo que he dicho:
Antes de cumplir los 3 años de edad,  seguramente un sábado que me levante con una cruda de las que a Dios gracias ya no me procuro, se dirigió desde la sala hacia mí que me acababa de levantar y me dijo con una vocecilla que aun escucho “PAPAITO DEJA DE TOMAR, NO VES QUE TE HACE MAL”  Obviamente lo había escuchado de su mamá o alguien más que tal situación era mala, sin embargo tuvo la madurez e inteligencia de detectar el momento y sin tapujos (que aún no le habían restringido las malas creencias sociales) al decírmelo. Por cierto tenía un camisón rosado con los osos cariñosos estampados.
Como casi todo estudiante de primaria se fue facilito hasta el 6to año. En primero básico me hizo ir a dejarla y recogerla durante parte de octubre casi todo noviembre al colegio por una retranca, (matemáticas por cierto). Mientras compartíamos en el carro tuve la oportunidad de hablar mucho con mi incipiente adolecente y claramente me recuerdo que le dije en una oportunidad que debía cambiar  su grupo de influencia. No sé si esa fue la razón de su cambio pero de allí en adelante su actitud como estudiante cambio incomparablemente. Tal fue el cambio que se graduó de bachiller siendo escolta de bandera. Verla allí en tal posición sencillamente provocó lágrimas de orgullo y felicidad. Hoy por hoy es una doctora hecha y derecha y estudiando una especialización sin haber perdido una sola materia.
Y hace medio año (un tanto más o un tanto menos) decidió romper con todos los tapujos sociales y empezó a vivir su vida (SU VIDA) con un cuate que considera será una buena pareja. Pues como tata de los ´80 no es lo que más me haya agradado pero no dejo de admirar su entereza decisión y convicción.
Dado a que me separe de su mamá hace más de 6 años, me he perdido de muchísimos momentos de su vida, nos hemos alejado tanto que apenas nos vemos y sabemos el uno del otro. Sin embargo guardo en mi corazón la esperanza de que cuando termine con el estrés de su actual vida y la carrera tan comprometida que escogió llegue el momento que volvamos a compartir tal vez no como cuando era niña pero si con el amor y entrega de aquel entonces: en el que estemos pendiente el uno del otro y nos volvamos a demostrar el amor que nos tenemos.

Te amo Maria Suseth y te agradezco que mantengas este corazón tan hinchado de orgullo.

2 comentarios:

  1. Te amo también gordis...ya terminé esos años de estrés. Jaja 😘😘 lo he leído unas 3 veces y esta fue la que mas me gustó. Love uuu

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  2. Gordis... lo volví a leer, creo que no te llegan los mensajes de cuando escribo comentarios, pero para cuando lo leas.... ahora ya entiendo mas cosas de las que escribes que las puedo ver en Sofi.. como entiende uno a sus papás hasta que esta uno en la misma situación, y ese cuate con el que me fui a vivir... ahi sigue es buena onda, buen papa y esposo jajaja... te amo mucho.

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